Dentro de la industria, un cilindro hidráulico es crucial para lograr mantener en racha los procesos productivos críticos. Sin embargo, cuando detectas que tu cilindro hidráulico tiene una fuga, es necesario actuar de inmediato para que evites paros en la producción, pérdidas importantes de dinero y, en ciertos casos, riesgos para tus colaboradores.
¿Cuáles son las causas más comunes de fugas, qué consecuencias acarrean y cuáles son las mejores prácticas de mantenimiento hidráulico que existen? Te diremos la respuesta para que así garantices la continuidad operativa de tu negocio.
Si detectas a tiempo una fuga podrás evitar impactos mayores en la producción. Pero, de no ser así, las principales consecuencias que pueden ocurrir son:
Para que una fuga no se vuelva un problema mayor, requieres implementar una serie de acciones preventivas y correctivas, como las siguientes:
Establece un plan de mantenimiento hidráulico regularmente. Gracias a estas inspecciones periódicas podrás identificar si existe desgaste en los sellos, comprobarás la calidad del fluido y podrás detectar cualquier tipo de anomalía antes de que sea peor. Lleva a cabo revisiones visuales y pruebas de presión en intervalos que recomiende el fabricante.
Un fluido hidráulico de calidad y con especificaciones adecuadas favorecen a la durabilidad del cilindro. Es necesario que uses productos que recomienda el fabricante, además de asegurarte de que los sistemas de filtración se encuentren en óptimas condiciones para evitar que entren contaminantes.
Asegúrate de que el cilindro se instale según las especificaciones técnicas. Una correcta instalación minimiza las tensiones mecánicas y prolonga la vida útil de los componentes. Revisa la alineación y asegúrate de que el montaje sea el correcto, reduciendo riesgos de sobrecargas.
Nunca hay que esperar a que un componente se deteriore al completo. El cambio preventivo de sellos y juntas, además de la revisión de las conexiones y soportes, te ayuda a mantener el sistema en las mejores condiciones, evitando la propagación de fugas.
El correcto manejo de los cilindros hidráulicos es siempre responsabilidad del personal operativo y, también, del equipo de mantenimiento. Capacita a tus colaboradores para que detecten signos tempranos de fugas, así como cambios en el rendimiento o ruidos inusuales; esto puede marcar la diferencia en la prevención de paros inesperados.
Es esencial contar con un plan de acción ante emergencias; define protocolos de respuesta veloz para reparar las fugas y reanudar la producción, reduciendo el tiempo de inactividad.
Implementa sistemas de monitoreo que permitan observar en tiempo real el comportamiento del sistema hidráulico. Estos sistemas pueden alertar a los operadores si existe alguna variación en la presión y hasta en el consumo del fluido.